Don’t Let Your Throat Tighten
Don't let your throat
tighten with fear.
Take sips of breath
all day and night,
before death closes your mouth.
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No dejes que tu garganta
No dejes que tu garganta
se contraiga con miedo.
Toma traguitos de aire
durante todo el día y la noche,
antes de que la muerte cierre tu boca.
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Commentary: Our throats tighten when we become willful about what 'should' happen. Then our heart closes down and selfish/small minded thoughts and behavior come out.
“Do you have the patience to wait till your mud settles and the water is clear?
Can you remain unmoving till the right action arises by itself? The Master doesn't seek fulfillment...and can welcome all things." Tao Te Ching 15
Comentario: Nuestras gargantas se contraen cuando somos testarudos y creemos que la realidad es diferente a lo que “debe” pasar. Y entonces también se cierra nuestro corazón y nuestros pensamientos y comportamiento son egoístas y pequeños.
¿Tienes la paciencia para esperar a que tu lodo se asienta y el agua está clara? ¿Puedes mantenerte quieto hasta que la acción correcta surja por sí misma? El Maestro no busca la autorrealización… y le da la bienvenida a todas las cosas. Tao Te Ching 15.
Whose throat is it? Are you the throat/the body? Identify with the body and you will be slowly, or suddenly left with rotting flesh as your identity. The ability to moderate and quiet left-brain thinking is essential to the development of the qualities of wisdom, such as emotional maturity, equanimity and intuition. Catching our left brain in it’s habitual ranting and then gently, but firmly bringing our attention to breath is a solvent to the bars of the prison of unconscious irrational belief constructs.
ReplyDeleteDe quien es esa garganta? Eres tu el cuerpo/ la garganta? Si te identificas con el cuerpo lenta o repentinamente tu identidad será carne podrida. La habilidad para moderar y silenciar el constante pensar en el hemisferio izquierdo es esencial para cultivar cualidades sabias: madurez emocional, ecuanimidad e intuición. Darnos cuenta cuando el hemisferio izquierdo se enfrasca en su despotricar cotidiano, y suavemente, pero con firmeza, llevar nuestra atención a la respiración es un solvente para deshacer las barras de la prisión construida por las creencias inconscientes e irracionales.
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